Te imagino con la sonrisa de tu madre y mi melancolia,
la paciencia que llega siempre al iniciarse un nuevo día,
el mar, el aire y la alegria del que espera.
llegaras en agosto y me veras por primera vez llorar.
y te prometo que te amare eternamente y mi vida te dare para vivir felices para siempre.
Te esperare todo lo que sea necesario,
como las golondrinas esperan la primavera.
Mi hogar, mi alma y mis brazos por ti aguardan en silencio
como la tierra fertil de mi patria que recostada espera la lluvia de otoño,
mientras ve jugar a las estrellas que saltan entre las nubes que llegan del este.
la luna arrulla nuestros sueños, nos mira desde la ventana de mi cuarto,
donde cada día veo la luz del cielo que nos regalo Dios.
Te comprare cuentos, carritos y pelotas de colores.
Tus ojos serán seguramente almendrados como los míos.
y derrepente llegara el dia que querrás tambien volar,
ir con las gaviotas a otros mares, te iras de la misma manera en que yo un día
decidí dejar a mis padres, pero se bebito mío que no me olvidaras.
Y de nuevo te esperare y en algún momento regresaras y besaras mis ojos tan húmedos que no me dejan verte,
te veré potente y luminoso como la luz del tramonto en noviembre de esta inmensa ciudad que no duerme jamas
y que camina bajo la luz del cielo que nos regalo Dios.
Las cosas maravillosas y raras de la vida
que siempre nos sorprenden
y que nos ayudan a ver mas ligero el dia.
La vida, la vida y sus interminables dias que un dia tu vivirás
la vida que tu también vivirás.
y todavia en ese entonces, en mi sofa y entre ligeros alientos te esperare
y te prometo, amor mio, te lo prometo que miraras desde aquella misma vieja ventana la luz del cielo
que nos regalo Dios.
LUIS ALEMAN CARRERO.
